"Treasure Adventure Game" es el título de la obra que presento esta vez, un indie de aventuras y plataformas llevado a cabo por Stephen Orlando (Robit Studios) que se puede catalogar como "juego que se debe probar obligatoriamente".
3 años de trabajo son los que cargan esta obra, que además de ser gratuita, posee una historia y un gigantesco mundo no lineal en el que podemos realizar montones de acciones, ya que ni os imagináis la cantidad de cosas que se deben y pueden hacer en nuestra aventura que es uno de los aspectos más llamativos a destacar.
"Una antigua leyenda habla de un mundo en el que todas las tierras formaban un único continente y sus habitantes gozaban de una vida tranquila. Un furioso demonio invadió el reino y amenaza con destruirlo todo, pero un Hechicero hizo frente al reto y luchó contra el demonio. Antes de que el demonio desapareciera, golpeó el núcleo del planeta y envió un oleaje gigantesco por toda la superficie de este, inundando la mayor parte del continente y aislando dejando desoladas islas a su paso. El hechicero sabía que el demonio regresaría, y escondió doce objetos encantados que uso para derrotarlo con la esperanza de que un héroe pudiera salvar el mundo cuando estuviera en peligro."
El juego empieza con un flashback en el que tomamos el papel de un niño pequeño que acompaña a dos exploradores que se adentran en un templo. Cuando cruzan su entrada, nos despierta de un sueño nuestra abuela y directamente salimos de la casa donde estábamos durmiendo. Acto seguido nos dirigimos hacia orilla y montamos en un bote, y la abuela indicando que es el momento de que salgamos a conocer mundo. A partir de ahí comenzamos la aventura.
Aquí dejo el trailer final y un par de capturas para que le echéis un vistazo:
Puedes descargarlo desde la web del autor: http://www.robitstudios.com/treasure-adventure-game/
Traducción al Español por Galbix: http://freetimespenders.blogspot.com.es/2012/10/treasure-adventure-game-en-espanol-y.html
Por último quiero comentar que se pueden hacer donaciones, por si alguien quiere recompensar ese duro trabajo, que como es obvio, ha merecido la pena.
